La relación entre el precio al contado del petróleo y las expectativas del mercado de renta fija sobre la inflación a largo plazo es más estrecha que nunca. Hacer previsiones sobre la inflación siempre es complicado. Pero es probable que nunca lo haya sido tanto como después de la pandemia del siglo, «en un momento en el que la cesta de bienes y servicios que compramos se ha visto distorsionada de forma tan brusca». Seguir leyendo