A lo largo de la historia contemporánea, muchos de los grandes avances han compartido un denominador común: una base silenciosa pero esencial —las certificaciones. Sin ellas, el mundo tal y como lo conocemos hoy, sencillamente, no sería el mismo. Así lo destacamos en el el número 20 de la revista Asesores Financieros EFPA, con motivo del 25 aniversario de EFPA España.
El casco que utilizamos para ir en moto, la calificación energética de nuestra lavadora o el plato que nos sirven en un restaurante. En todos estos escenarios, la certificación está presente. También cuando una persona busca planificar su jubilación, invertir sus ahorros o gestionar un patrimonio familiar, y lo hace contando con un asesor certificado como EFP (European Financial Planner).
En el 25 aniversario de EFPA España, la asociación quiere compartir con toda la ciudadanía por qué la certificación con la que cuentan sus más de 36.000 miembros asociados no es solo un trámite burocrático o un papel más. Es la herramienta fundamental que ha impulsado la profesionalización, la credibilidad y la protección al cliente de la que sus clientes disfrutan hoy. Y que tendrá, como guinda, la celebración de tres actos únicos para ponerla en valor y compartir su importancia en la sociedad.
Por qué es tan vital
Pero ¿qué es exactamente una certificación y por qué es tan vital? ¿En qué otros ámbitos aplican? La Real Academia de la Lengua Española, define el término “certificación” así: Documento en que se asegura la verdad de un hecho. Lo cierto es que, cuando pensamos en certificaciones, a menudo imaginamos un sello en un documento o un diploma que alguien obtiene tras una formación.
Sin embargo, la certificación va mucho más allá. Es el instrumento que garantiza que un proceso, producto o servicio cumple con estándares reconocidos de calidad, seguridad y eficiencia, aportando confianza técnica y respaldo normativo en sectores críticos y esenciales, y en muchos casos como en EFPA, garantizan el mantenimiento de lo certificado a través del tiempo por su renovación vía recertificación.
Esto permite construir confianza en ámbitos donde un fallo puede ser catastrófico y donde el desarrollo de un estándar es fundamental para el propio avance de una disciplina o industria en concreto. Estamos rodeados de objetos, procesos y profesionales certificados, aunque a menudo pasen desapercebidos. Un sistema de control aéreo que guía cientos de vuelos diarios, un medicamento que salva vidas o una planta de producción de alimentos que distribuye miles de productos a supermercados cada día, dependen, entre otros muchos ejemplos, de certificaciones que avalan que todo funciona adecuadamente. Sin el desarrollo de estos estándares, el progreso sería lento, inseguro o directamente imposible.
Las certificaciones cambian la historia
Imaginemos por un momento los años 60, cuando la humanidad se propuso una misión hasta ese momento imposible: llegar a la Luna. El programa Apolo de la NASA no solo necesitó ingenieros brillantes y astronautas valientes, sino una red enorme de estándares y certificaciones que garantizaban la calidad y seguridad en cada componente, desde el cohete Saturn V hasta el traje espacial. Cada pieza fue certificada para resistir condiciones extremas, evitando así fallos fatales.
En medicina, la certificación también ha producido una revolución. Los protocolos certificados han permitido que la cirugía cardiovascular moderna funcione con eficacia, ya que garantizan que todo el equipo —desde los instrumentos hasta los procedimientos— cumpla con los máximos estándares. Sin estas certificaciones, resultaría impensable lograr los avances que han salvado millones de vidas. La arquitectura, otro ejemplo, demuestra cómo los estándares certificados aseguran la resistencia y funcionalidad de las construcciones. La Torre Eiffel, inaugurada en 1889, marcó un hito en la ingeniería estructural.
Desde entonces, los ingenieros han desarrollado rascacielos que desafían la gravedad gracias a rigurosos procesos de certificación que garantizan seguridad y sostenibilidad. Uno de los más famosos es el certificado Passivhaus, un estándar internacional que se concede a edificios diseñados y construidos para alcanzar una eficiencia energética extrema.
Y si hablamos de asesoramiento financiero
Si apuntamos hacia el asesoramiento financiero, las certificaciones han sido, son y serán claves. Cuando un asesor financiero obtiene alguna de las certificaciones EFPA, no solo acredita su formación y preparación, sino que garantiza un compromiso con la ética, la competencia y la protección del cliente. En el caso de EFPA
España, con la actualización constante de sus conocimientos y competencias. La ventaja diferencial con las titulaciones académicas, y su gran valor, es que no son de por vida; una vez obtenidas se debe garantizar anualmente que se ha realizado la suficiente formación continua para mantenerse actualizado profesionalmente. Esto da confianza a millones de personas para gestionar sus ahorros, planificar su futuro y enfrentar la incertidumbre económica.
Certificaciones para construir confianza y bienestar
La sociedad en su conjunto se beneficia cuando las personas y los servicios están certificados. La certificación se convierte así en un motor de avance, innovación y bienestar social. Sin este motor invisible, la economía se paralizaría y la calidad de vida disminuiría. “Cuando echamos la vista atrás, en el ámbito concreto del asesora miento financiero, vemos claramente cómo el desarrollo e implementación de las diferentes certificaciones EFPA no es solo un garante, es también un impulsor”, resume Verónica Martín, responsable de Acreditación y Certificación de la asociación.
“Por eso, en EFPA España celebramos 25 años compartiendo con la sociedad qué supone ser miembro certificado y que detrás de cada asesor certificado hay un compromiso con la excelencia y la ética. No se trata solo de cumplir con una norma, sino de hacer posible que los ciudadanos puedan confiar plenamente en quienes les asesoran sobre su patrimonio y sus metas”, añade. Porque certificarse no es solo cumplir normas, es construir el futuro.