Isabel Cánovas del Castillo, Sales Executive en J.P. Morgan AM, participará el próximo martes 10 de junio en la Jornada de Asesoramiento Financiero de EFPA España en Palma de Mallorca, un encuentro clave para entender cómo afrontar el actual entorno económico global desde una perspectiva de inversión. En esta entrevista, comparte su visión sobre los mercados emergentes, los efectos de la geopolítica y el valor de una gestión activa y bien diversificada en tiempos de incertidumbre.
¿Qué oportunidades están detectando en los mercados emergentes, tanto en renta fija como en renta variable, Isabel?
A pesar de la volatilidad derivada de los aranceles de EE. UU., los mercados emergentes han mostrado resiliencia, con un crecimiento sostenido, inflación controlada y políticas monetarias prudentes. La demanda interna y el comercio intrarregional son ahora los principales motores de crecimiento, mientras que los exportadores de materias primas siguen siendo clave para la economía global.
Los bonos de mercados emergentes ofrecen mayores rentabilidades que los de mercados desarrollados, con una preferencia por los bonos en divisa local debido a sus altos rendimientos. No obstante, la volatilidad del tipo de cambio supone un riesgo, por lo que los bonos soberanos en divisa fuerte representan una alternativa atractiva.
Los aranceles recíprocos plantean un desafío para el crecimiento global, ya que afectan a los déficits de EE. UU. y a la trayectoria del dólar. Además, el aumento de los riesgos de recesión ha retrasado las bajadas de los tipos de interés en estos mercados.
¿Cómo se traduce esto en las diferentes economías?
Economías como China, India y Brasil podrían comportarse de forma más defensiva, mientras que América Latina y la región EMEA presentan oportunidades de crecimiento interno. India e Indonesia atraviesan desaceleraciones cíclicas, pero aún ofrecen potencial a largo plazo.
Las compañías tecnológicas del norte de Asia, aunque beneficiadas por la cadena de suministro de inteligencia artificial, no están exentas de los riesgos de recesión. Las expectativas de beneficios para 2025 apuntan a un crecimiento medio de un solo dígito, aunque podrían revisarse a la baja debido a la incertidumbre.
¿Cómo está adaptando J.P. Morgan AM sus estrategias ante los riesgos geopolíticos?
En un entorno donde la volatilidad es constante debido a las tensiones geopolíticas y a las fluctuaciones del comercio mundial, adoptamos un enfoque optimista, pero prudente. Nuestra estrategia se basa en mantener objetivos de inversión a largo plazo y asegurar una adecuada diversificación.
Este enfoque nos permite gestionar entornos de mayor incertidumbre y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades que puedan surgir. En renta fija, nos inclinamos por una mayor exposición a duración y crédito. En renta variable, consideramos oportuno incrementar el peso de la renta variable europea y seguimos viendo atractivos los fondos globales.
Además, las estrategias de inversión alternativa —por su capacidad de descorrelación— son fundamentales en nuestras carteras. La diversificación continúa siendo la regla número uno, por lo que apostamos también por estrategias multiactivo, en las que los gestores ajustan dinámicamente la asignación de activos según el contexto del mercado.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los asistentes a la jornada, Isabel?
Nos gustaría trasladar a los asistentes que, en contextos de incertidumbre como el actual, es clave no tomar decisiones de inversión precipitadas. A lo largo de la historia hemos vivido situaciones similares, y el tiempo ha demostrado que mantenerse invertido con una visión a largo plazo y una buena diversificación es fundamental.
Como la mayor gestora extranjera de gestión activa en España, creemos firmemente en las ventajas de un enfoque activo y diferenciado, seleccionando cuidadosamente las mejores oportunidades para generar valor para nuestros clientes. La diversificación y la gestión activa son nuestras herramientas esenciales para afrontar los desafíos del mercado y capitalizar sus oportunidades.