La euforia y el miedo son dos extremos que, a menudo, se tocan. Equilibrar ese juego de emociones -y fuerzas- es determinante en la actividad del asesor financiero. Solo así, puede asegurar que los clientes no se desvíen de sus objetivos financieros. En este contexto, adquiere especial importancia la formación conductual de los profesionales, algo... Seguir leyendo