Gestionar el riesgo en los mercados se ha convertido en una prioridad para los inversores. Iván Díez, Country Head – Iberia & Latam en LFDE y ponente en la Jornada de Asesoramiento Financiero que se celebra mañana en Murcia —dentro de la mesa “Perspectivas de la renta fija y renta variable“—, comparte la estrategia que está adoptando su gestora para afrontar los desafíos del año, así como su visión sobre la importancia del compromiso, la diversificación y el largo plazo como elementos clave para una inversión responsable y sostenible.
¿Cómo reaccionan los inversores ibéricos y latinoamericanos ante la incertidumbre macroeconómica mundial?
La reacción de los inversores ibéricos y latinoamericanos, y yo diría que de Europa en general, es traer de vuelta a Europa la inversión que en los últimos años ha estado en activos en dólares, principalmente por las políticas de Trump y la incertidumbre que rodea a EE. UU. A este atractivo europeo se suma el hecho de que la estabilidad está volviendo poco a poco al continente una vez que hemos resuelto temas como las elecciones alemanas y temas relacionados con el gasto militar europeo. En LFDE lo tenemos claro: creemos que participar en el capital de las empresas que están construyendo la Europa del futuro no es solo un posicionamiento de rentabilidad, es un acto de responsabilidad.
¿Por qué exactamente, Iván?
Porque el cambio en las tendencias de inversión hacia Europa no es un cambio coyuntural, sino un profundo proceso de redefinición del proyecto europeo. La soberanía energética, tecnológica e industrial ha dejado de ser un discurso abstracto para convertirse en una hoja de ruta. La defensa, la transición ecológica, la digitalización y la autonomía financiera requieren capital, visión y compromiso. Y aquí es donde el sector financiero europeo, y en particular la gestión activa de alta convicción, tiene un papel central que desempeñar, ya que permite un liderazgo económico consciente.
¿Qué enfoque está adoptando LFDE para gestionar el riesgo de renta variable este año?
Hay un primer enfoque que resulta obvio y es intentar centrarse en empresas y sectores que no se vean afectados por los aranceles o disfruten de exenciones, como hemos visto en el caso de la tecnología. Sin embargo, dado el amplio alcance de la guerra comercial, también es necesario adaptarse a la situación. Para este segundo enfoque, proponemos una serie de estrategias, entre ellas aprovechar gradualmente las oportunidades que presenta el mercado, mantener siempre una cartera diversificada y adoptar una visión contrarian.
“El tiempo y la visión a largo plazo siguen siendo los mejores aliados de los inversores”
Iván Díez, Country Head – Iberia & Latam en LFDE
¿Por ejemplo?
Es decir, invertir en sectores o regiones que, aunque se vean afectados por la guerra comercial, tengan unos fundamentales sólidos. Además, una opción atractiva en el contexto actual es el crédito europeo, y, dentro del crédito, optamos por fondos de retorno absoluto con baja volatilidad, que aprovechen cualquier oportunidad que ofrezca el mercado de crédito.
Esta filosofía de inversión es la que aplicamos a nuestros fondos insignia Echiquier Space, Echiquier Artificial Intelligence, Echiquier Major SRI Growth Europe, Echiquier Credit SRI Europe y el LBPAM ISR Absolute Return Credit.
¿Qué mensaje quieres transmitir al público, Iván?
Desde LFDE queremos transmitir un mensaje de tranquilidad a pesar de la incertidumbre en la que vivimos. En estos momentos, y siempre, a la hora de invertir, la objetividad debe primar sobre los sentimientos y los impulsos. Desde hace tiempo venimos diciendo lo mismo: las empresas que tenían buenos fundamentales el año pasado los siguen teniendo ahora, y que, si invertimos en ellas el año pasado, haremos lo mismo este año a pesar de la situación. Por último, estamos convencidos de que el tiempo y la visión a largo plazo siguen siendo los mejores aliados de los inversores.