A sus 95 años, Warren Buffett, última portada de la revista, prepara su despedida como principal responsable ejecutivo de Berkshire Hathaway Inc. Y lo hace, como es habitual en él, a través de una carta dirigida a sus accionistas donde aprovecha también para hacer públicas algunas decisiones personales.
Lo más importante de esta última carta es que ya no volverá a publicar su esperada carta anual con ocasión de la junta de accionistas de su compañía. En dichas cartas no solo anunciaba las grandes decisiones de inversión, sino que explicaba los argumentos que había manejado al adoptar las principales decisiones financieras. Esas cartas anuales eran, sin duda, una brújula para todo inversor, por su lenguaje claro y la valiosa información que contenían sobre las perspectivas de determinados sectores y empresas.
Las cartas de Buffett
En algunos casos, Buffett se extendía con consideraciones y recomendaciones sobre la inversión patrimonial. Así, en mayo de 2021, dedicó una carta a los riesgos de la inversión en renta fija, advirtiendo que el 80 % de los bonos en Europa tenían rentabilidades negativas. Esa advertencia recordó y sobrecogió a muchos inversores por las crisis pasadas, como la del Efecto Tequila (1994) o el referéndum de la Constitución Europea (2005).
Menos preocupante, pero igualmente interesante, fue su carta con consejos sobre herencias y testamentos, un tema que siempre le ha preocupado mucho. De hecho, aprovecha su última carta para anunciar que donará 1.300 millones de dólares a las fundaciones de sus tres hijos y de su esposa ya fallecida. Afirma que, mientras esté vivo, incrementará las donaciones a las fundaciones de sus hijos, recordando lo que siempre tuvo claro: que debía dejarles “lo suficiente para que pudieran desarrollar actividades, pero no tanto como para que no tuvieran que esforzarse en la vida”.
Quién toma el relevo
Buffett anuncia también que, aunque seguirá manteniendo su puesto de presidente de la compañía, ya no hablará en la junta de accionistas, donde solía responder a las preguntas de los asistentes llegados a Omaha desde todas partes del mundo, en una auténtica peregrinación para escuchar al inversor más seguido del planeta.
A partir de enero, será su adjunto, Greg Abel (63 años), quien se encargue de las grandes decisiones de la compañía. Le deja una reserva de efectivo de 382.000 millones de dólares, pero también la enorme responsabilidad de gestionar una de las empresas de mayor éxito del planeta, que Buffett convirtió de una textil especializada en ropa femenina en un conglomerado con más de un billón de dólares en inversiones.
Sus últimas inversiones, por cierto, tuvieron como destino Japón, que en las últimas semanas vive momentos de dulce rentabilidad.
Si quieres profundizar en el ya icónico inversor, no te pierdas el último número de la revista, donde abordamos los hitos de su trayectoria —sus éxitos, fracasos y la filosofía inversora que lo ha convertido en una referencia mundial—. La segunda parte recoge la opinión de una veintena de gestores y expertos financieros españoles, que reflexionan sobre la verdadera aportación de Buffett al mundo de la inversión y sobre la vigencia de su estrategia en los mercados actuales.





























