El próximo 6 de noviembre, el Congreso se convertirá en punto de encuentro del asesoramiento financiero como motor de progreso, con la educación financiera como uno de sus ejes centrales. En el marco del 25.º aniversario de EFPA España, autoridades, representantes institucionales, profesionales y expertos del sector, junto con miembros asociados de la entidad, se darán cita para reflexionar de forma conjunta sobre los retos y oportunidades que afronta hoy el sector financiero.
El evento empezará con una mesa redonda que pondrá el foco en la Savings and Investments Union (SIU) de la Comisión Europea, una iniciativa clave para canalizar el ahorro de los ciudadanos hacia la inversión productiva y responsable. La segunda mesa abordará “La importancia de la colaboración público-privada en el fomento de la educación y la inclusión financiera”. Entre ellos estará Javier Bello, RCS People España, Regulación y Control Interno BBVA, quien reflexiona en esta entrevista sobre los avances logrados en estos 25 años, el papel transformador de la digitalización y la necesidad de seguir construyendo, juntos, una verdadera cultura financiera.
¿Crees que la digitalización está ayudando a la inclusión o creando nuevas brechas financieras?
Sinceramente, creo que ambas cosas. La digitalización ha democratizado el acceso a la información y a los servicios financieros, pero también ha dejado atrás a quienes no tienen las habilidades digitales necesarias. El reto está en acompañar la tecnología con formación y empatía. No se trata solo de ofrecer herramientas, sino de enseñar a usarlas con confianza y seguridad. En BBVA lo vemos a diario: la tecnología suma cuando va de la mano de las personas.
¿Por qué es clave la colaboración público-privada en este ámbito y en la educación financiera en general?
Porque la educación financiera se ha convertido en una prioridad y, por tanto, es responsabilidad de todos. El sector público aporta alcance e institucionalidad; el privado, innovación y cercanía al ciudadano. Cuando ambos suman esfuerzos, el impacto es real. EFPA, junto a muchas otras instituciones, es un ejemplo de que trabajando juntos se puede llegar mucho más lejos.
¿Cuáles son hoy los principales retos para consolidar una verdadera cultura financiera?
El gran reto es pasar del conocimiento a la acción. Muchas personas ya comprenden conceptos básicos, pero aún cuesta aplicarlos en su día a día: planificar, ahorrar o invertir con criterio. También debemos combatir la desinformación y los mensajes simplistas —o incluso engañosos— que circulan en redes, difundidos por quienes pretenden suplantar el verdadero asesoramiento financiero en su propio beneficio. Una cultura financiera sólida requiere pensamiento crítico y acompañamiento profesional.
¿Qué estrategias ayudarían a coordinar mejor los esfuerzos y evitar la fragmentación de programas relacionados con la educación financiera?
Hace falta una visión común y continuidad. Muchas iniciativas son valiosas, pero aisladas. Coordinar a los distintos actores —escuelas, entidades, asociaciones, administraciones— bajo un marco común permitiría medir resultados y generar un impacto sostenido. EFPA puede y debe seguir siendo ese punto de encuentro que une esfuerzos y eleva los estándares.
En este 25.º aniversario de EFPA, ¿qué mensaje lanzarías a instituciones, empresas y ciudadanía para avanzar en inclusión financiera?
A las instituciones y empresas les diría que invertir en educación financiera es invertir en confianza e inclusión real. Y a los ciudadanos, que formarse financieramente es empoderarse: entender tus finanzas es entender tus decisiones y tu futuro. Un conocimiento informado puede cambiar por completo la relación de una persona con su dinero. Esa es la verdadera inclusión: conocimiento al servicio de las personas y asesoramiento que acompañe en la decisión y en la acción.