Joaquín Maldonado, figura clave en la expansión de EFPA España en la Comunidad Valenciana, se ha incorporado como nuevo vocal a la junta directiva de la asociación. Con más de 36.000 miembros certificados y una estrategia en constante evolución, EFPA España suma a sus filas a un perfil con más de tres décadas de experiencia en banca privada y una trayectoria marcada por la formación, la innovación y el compromiso con la excelencia profesional.
Sigue hablando con entusiasmo y admiración por una profesión que, lejos de volverse rutinaria, continúa sorprendiéndole cada día. Para Joaquín Maldonado, el verdadero motor de su trabajo son las personas: los clientes, con quienes construye vínculos que trascienden generaciones; los equipos, con los que comparte valores y liderazgo; y las propias entidades financieras, en constante evolución. Una combinación de relaciones humanas, aprendizaje continuo y pasión por el oficio que lo mantiene, hoy, con la misma ilusión que al comienzo.
Después de más de 30 años en el sector financiero, ¿qué te sigue sorprendiendo o motivando cada día, Joaquín?
Partimos de la base de que cada cliente es un reto, no hay dos iguales. Pero es que, además, las relaciones que construyes con ellos son impresionantes ya que van más allá de lo estrictamente profesional y pasan incluso de padres a hijos. Porque, a lo largo del tiempo, la confianza forja unos sólidos vínculos. Es muy gratificante ayudar a las personas, no solo a preservar su patrimonio, sino también a cumplir con sus sueños y objetivos, de generación en generación.
Otro de los aspectos más gratificantes para mí es el trabajo en equipo; liderar grupos de profesionales que comparten contigo valores y motivaciones. Más aún en la actualidad, con mis ya 30 años de experiencia puedo tanto mirar hacia atrás y analizar todo lo hecho como proyectar hacia el futuro. Y te aseguro que lo hago con la misma ilusión del primer día.
Finalmente, las entidades y su evolución a lo largo de todo este tiempo. Hemos vivido momentos muy especiales con procesos de concentración, una mayor especialización, su crecimiento, etc. Procesos que nos han obligado a mantener un aprendizaje continuo, a actualizarnos. Sea como sea, tengo la suerte de que tanto mi profesión como mi sector son apasionantes, en todos los aspectos.
¿Qué significa para ti ser parte del órgano que define el rumbo estratégico de una asociación con más de 36.000 profesionales? ¿Qué te gustaría que EFPA España lograra en los próximos 5 años?
Formar parte de la mayor asociación de asesores financieros de España marca mucho. Sin duda, para mí, es un verdadero honor y una grandísima responsabilidad, además de que me produce una inmensa satisfacción personal y profesional.
En cuanto a los próximos cinco años, me gustaría reforzar nuestra posición, incrementar el prestigio y la visibilidad de la profesión, tanto por parte de la sociedad como de los organismos reguladores. Debemos conseguir que los asesores financieros se integren en la sociedad civil como un profesional más al servicio de las personas. Si lo logramos, contribuiremos a incrementar la educación financiera de los ciudadanos, algo que para mí es fundamental.
En este camino deberemos contar con más formaciones y certificaciones adaptadas a los nuevos tiempos, con especial atención a los conocimientos tecnológicos y a los avances que se produzcan en la IA y se puedan aportar al servicio de los asesores financieros. Eso sí, sin olvidar nunca que el trato humano y la atención personal y personalizada son básicas.
La figura del asesor financiero ha evolucionado enormemente. ¿Qué nuevas competencias deberían formar parte del perfil del asesor del futuro?
Desde mi punto de vista, los asesores financieros del futuro tendrán que contar con un gran dominio digital y tecnológico, pero -insisto- no deberán obviar las relaciones personales. En un entorno digital, la diferencia la seguirá marcando el trato humano.
Por ello será clave que desarrollen aún más las competencias relacionadas con la capacidad de comunicar y conectar. Para que puedan convertir sus amplios conocimientos técnicos en mensajes comprensibles, utilizables y aplicables por sus clientes. Al hilo, deberán consolidar conocimientos que les permitan entender las motivaciones de la naturaleza humana e identificar los sesgos que llevan a tomar ciertas decisiones financieras.
Finalmente, otro aspecto que también será muy importante y que se deberá trabajar intensamente será el desarrollo de las habilidades críticas, para que puedan desgranar los variados niveles de sobreinformación que existen.
En resumen, el asesor financiero del futuro deberá emplearse intensamente en todas aquellas competencias relacionadas con las finanzas conductuales, la comunicación efectiva, la proactividad y relación personal. Todo ello, sostenido con la mejor tecnología disponible y, siempre, con mucho sentido común.
¿Crees que la sociedad española ha mejorado realmente en educación financiera o seguimos en deuda con el ciudadano medio?
Sí, creo que la educación financiera ha mejorado en los últimos años, pero eso no quita que todavía quede trabajo por hacer y la sociedad española es consciente de ello. Y, en esta tarea, el papel de los asesores financieros es fundamental: tenemos mucho que aportar.
De hecho, los padres y las madres están demandando una mayor educación financiera en las escuelas españolas. Una encuesta que publicó FUNCAS, con datos de 2024, lo constataba: nueve de cada 10 encuestados, con hijos en la ESO, pedía incrementar el peso de la educación financiera en esa etapa escolar. Y no solo eso, también casi 8 de cada 10 de los preguntados apoyaban la creación de una asignatura específica relativa a las finanzas.
No debemos olvidar que la educación financiera es fundamental ya no solo para las personas sino para las familias: unos mayores y mejores conocimientos ayudan a la correcta gestión de las finanzas y contribuyen a dar tranquilidad.
Que un ahorrador sepa y entienda acerca de lo que se le está hablando es lo mejor que le puede suceder a un asesor financiero porque, cuanto mayores son los conocimientos de los que dispone su cliente, mejor aprovecha y valora el acompañamiento o asesoramiento que se le da.
¿Si tuvieras que recomendar un libro a los 36.000 miembros cuál recomendarías y por qué, Joaquín?
Recomendaría dos, uno del ámbito profesional y otro para desconectar y pasar un buen rato. Por una parte, te diría El inversor inteligente, de Benjamin Graham. Me parece especialmente interesante, entre otros motivos, porque sigue vigente a pesar de que se escribió hacia 1950. Y para entretenerse, recomiendo la novela de suspense El Código Da Vinci, de Dan Brown. Sé que hay la película, pero creo que el libro es mejor.
Si pudieras asesorar financieramente a cualquier personaje de la historia, ¿a quién elegirías y por qué?
Es muy difícil quedarse con uno. Pero a raíz de un viaje que realicé a Ámsterdam hace unos días, constaté cómo presumían de haber tenido la que ellos consideran la mayor compañía mercantil de la historia: la Compañía General de Indias. De ahí que, entre de los personajes a los que me hubiera gustado poder asesorar son los Reyes Católicos, tras el descubrimiento de América.