Víctor Álvarez, director de Renta Variable en Tressis, será uno de los protagonistas de la próxima Jornada de Asesoramiento Financiero organizada por EFPA España en Mallorca, donde compartirá mesa sobre perspectivas de renta fija y variable con reconocidos profesionales del sector como Sergio Gámez, responsable comercial en Lazard Asset Management; Isabel Cánovas del Castillo, sales executive en J.P. Morgan AM; y María Sola, senior sales associate en RBC BlueBay AM.
Días antes de la intervención de Víctor Álvarez, analiza con mirada crítica y tono directo un panorama marcado por la inestabilidad geopolítica, la desaceleración económica y la creciente fragmentación de los mercados. En concreto, en esta entrevista, reflexiona sobre los sectores más resilientes, el valor de la gestión activa y la necesidad urgente de impulsar la cultura financiera como eje fundamental para el futuro de la inversión.
¿Cuáles son los sectores de renta variable que están mostrando mayor resiliencia en el entorno actual de inestabilidad geopolítica y desaceleración económica?
En momentos de incertidumbre, son los sectores defensivos los que brillan por encima del resto: consumo básico, salud, servicios públicos y telecomunicaciones. En muchos casos, se trata de industrias maduras, con crecimientos ligeramente por encima de la inflación, ingresos recurrentes y balances más endeudados que la media. Si se fijan, son precisamente los sectores que se habían quedado rezagados en los últimos dos años. Desde finales de 2022, la tecnología y los servicios de comunicación habían dominado con puño de hierro las bolsas.
También las compañías de calidad tienden a sobresalir en entornos de inestabilidad. Aquellas empresas líderes en sus respectivas industrias, con cuotas de mercado elevadas, márgenes superiores a los de sus competidores y una gestión conservadora del capital, son una opción atractiva para cualquier cartera. Las ventajas competitivas son clave en este sentido. La marca, los costes de sustitución o el efecto red, entre otras, son los fosos defensivos que protegen el castillo. Si estas ventajas son amplias y sólidas, la empresa será capaz de navegar con éxito estos entornos. De ahí que las compañías de calidad hayan resistido bien este inicio de 2025.
No obstante, haya más o menos incertidumbre, una buena diversificación nos ayudará en momentos de volatilidad. Eso, y tener claro que incertidumbre y volatilidad son sinónimos de oportunidades.
¿Qué papel puede jugar la gestión activa en un mercado de renta variable más volátil y fragmentado como el actual, Víctor?
La paciencia y la templanza son dos virtudes muy infravaloradas en la inmediatez actual, pero realmente importantes como inversores. Da igual si es a través de gestión activa o pasiva: aquellos que tengan bien definida su estrategia y horizonte temporal (y no caigan en los cantos de sirena de los titulares) tienen una ventaja sobre el resto.
El mayor hándicap viene del lado de la correlación entre productos indexados y pseudoactivos, cuya estrategia consiste en no separarse en exceso de sus referencias. Es bastante habitual ver cada vez más gestores que comparten los mismos sectores y valores predominantes, sin importar la temática o la geografía. La gestión realmente activa es una rara avis que se ha visto mermada por la dificultad de batir a índices como el S&P 500 o el MSCI World de forma consistente. Pero eso no quiere decir que no haya gestores excelentes ni que entornos como el actual no sean favorables para este tipo de inversión.
De hecho, en un año en el que las grandes tecnológicas (parte fundamental de los productos indexados) se están mostrando mucho más débiles que el resto, la gestión activa está más viva que nunca.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir a los asistentes de la jornada, Víctor?
La actualidad y los medios no nos lo ponen fácil, pero el ahorro y la inversión deben ser la piedra angular de nuestra sociedad. Ya no importa el capital inicial: existen instrumentos para cualquier tipo de inversor. Por ello, hemos de poner nuestro granito de arena para fomentar una mayor educación y cultura financiera. El papel de asociaciones y plataformas como EFPA son fundamentales para llegar a nuevas generaciones y ampliar las capacidades de la sociedad.