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FinTok y el asesoramiento financiero: un nuevo camino en la cultura millennial

El conocimiento de las generaciones más jóvenes en materia financiera siempre ha sido una piedra en el camino para el sector. Acostumbrados a enfocar los productos e inversiones hacia el público más adulto y dejar a un lado las necesidades de los “millennials”, han sido las propias plataformas y redes sociales del momento las encargadas de cambiar esta tendencia radicalmente.

TikTok

Una de ellas, y la más arraigada entre los adolescentes, es TikTok.

Recientemente, la herramienta ha servido de puente para acercar a los más inexpertos a la industria financiera, al mundo de la inversión y a la “rápida riqueza sin esfuerzo”. Es ahí donde el conflicto emana como un volcán. La falta de educación financiera y la facilidad con la que algunos perfiles convencen de un milagro sin esfuerzo son una combinación peligrosa.

En este sentido, Enrique Juan de Sentmenat de Soroa, delegado territorial del Comité de Servicios de EFPA España en las Islas Baleares, pone especial énfasis en la importancia en la formación de quien comunica estas ideas.

“Si la persona que aconseja está bien formada, no importa el canal por el que se transmite esa información. El problema es que no todos estos nuevos influencers lo están y no todos cumplen los requisitos y las exigencias que se les pide a los asesores tradicionales y eso sí puede ser peligroso para cualquier inversor que les haga caso”.

FinTok

Ahora la moda tiene nombre propio, FinTok, una mezcla de finanzas y TikTok que recoge bien su esencia: inmediatez, accesibilidad, lenguaje rápido y rentabilidades atractivas; algo que demuestra el cambio de comportamiento de los jóvenes respecto a sus propios familiares.

La proliferación de este tipo de perfiles tiene mucho que ver con una diferencia crucial entre cómo invierten los jóvenes hoy y cómo lo hacían sus padres.

Son muchas las voces expertas que aseguran que las grandes diferencias entre las generaciones anteriores y los jóvenes actuales tiene que ver con el método: antes se desplazaban a la oficina bancaria y solían contratar lo que su asesor les recomendaba, se fiaban de él, mientras que ahora hay más medios e información disponible y todo está al alcance con sólo un teléfono móvil.

Los millennials y sobre todo, las generaciones posteriores están acostumbradas a comprar todo con pocos clics y cuanto más sencillo y rápido sea el proceso de compra, mucho mejor.

Lo mismo ocurre con sus preferencias de inversión. Invierten cantidades pequeñas y no les atraen los fondos de inversión. Por el contrario, hay una clara tendencia hacia las criptomonedas.

La clave del éxito es la combinación de ambas situaciones

Realizar un análisis detallado sobre las oportunidades de inversión, y complementarlo con la figura de un asesor financiero cualificado sería la mejor opción para adentrarse en el mundo de la inversión. Por ello, los jóvenes son el claro ejemplo de que motivación y educación son necesarios para un perfecto perfil de inversión.

Está claro que las nuevas tecnologías cumplen un propósito, pero también suponen una amenaza para la educación financiera si se deja en manos de personas sin experiencia.

Es por ello por lo que los jóvenes necesitan a los asesores financieros para evolucionar, pero para ello los asesores financieros deben adaptarse al nuevo lenguaje de los millennials, manejar sus nuevos códigos, más digitales, más ágiles, más sostenibles y más personalizados.


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