¿Quieres saber cuáles fueron las conclusiones más relevantes del coloquio ‘El cerebro y las emociones’ en el marco de #EFPACongress20?
En el coloquio participaron:
- Santiago Satrústegui, presidente de EFPA España.
- Nazareth Castellanos, directora de investigación y Cátedra extraordinaria de Mindfulness y ciencias cognitiva, Universidad complutense de Madrid.
Nazareth Castellanos: “Hay que invertir en inteligencia artificial, pero sobre todo hay que invertir mucho más en inteligencia natural”
La celebración de EFPA Congress recogió diferentes mesas redondas en las que se habló de sostenibilidad, pensiones, inversión y ahorro, entre otros temas. No obstante, también hubo un hueco para aprender cómo funciona el cerebro y sus emociones. Durante el coloquio, presentado por Santiago Satrústegui, presidente de EFPA España, la experta analizó todas las partes del cerebro y en qué consiste la neuroanatomía.
La experta comenzó su intervención explicando que nuestro cerebro está formado por 86.000 millones de neuronas, cada una como si fuese un árbol con un cuerpo, una estructura y ramas, y unas raíces. No obstante, una neurona como tal no serviría de nada, lo fundamental es la comunicación entre ellas. Cuando una neurona manda información, lo que hace es enviar un impulso eléctrico y, a través de ese impulso, libera hormonas.
Santiago Satrústegui, presidente de EFPA España, preguntó a la experta por una interesante cuestión, la idea del cerebro y el corazón con el nexo puesto en la racionalidad y el cerebro y, por otro lado, la emoción con el corazón. Unos estudios que, explicó Castellanos, son muy recientes.
“Hasta hace prácticamente 10 años, toda la neurociencia, las ciencias que estudiaban la conducta humana eran cerebrocentristas. Se pensaba que todo se generaba o vivía en el cerebro, pero en los últimos años, nuevos estudios han mostrado que el cerebro necesita saber lo que están haciendo los otros órganos para poder tomar sus decisiones. Esto no significa que el cerebro conozca lo que está pasando en el corazón o en el intestino, por ejemplo, sino que lo que está pasando en todo el organismo va a influir de forma determinante en cómo el cerebro va a actuar de una forma u otra”.
Respecto a este tema, mencionó que uno de los aspectos más estudiados es la influencia del corazón sobre el cerebro.
“Cada vez que el corazón emite un latido, se contrae y los receptores que el cerebro tiene por el cuerpo le avisan de este suceso y llega hasta la corteza frontal, que es la zona del cerebro que está más involucrada en la regulación de la conducta, el pensamiento consciente, la parte más racional y lógica”.
Si el cerebro está metido en sus funciones y no responde al latido cardíaco, perdemos percepción.
A la hora de tomar decisiones, Nazareth Castellanos explicó que hay una visión que antes nos consideraba individuos y ahora nos llama holobiontes, que significa “interacción de vidas”, porque “somos la interacción de muchas vidas, desde el corazón, los intestinos, el cerebro… somos la unión de todos ellos”.
Ligando este asunto con la tarea diaria que realizan los asesores financieros, en un año que vuelve a ser complejo en los mercados financieros, la experta incluso llegó a señalar que la hora más adecuada para interactuar con los clientes por la mañana:
“ya que estamos más vulnerables”.
Además, añadió que:
“cuando estamos intentando convencer a alguien de algo y le introducimos ciertas palabras en el momento en el que acaba de inspirar, tenemos más probabilidad de influirle”.
En cuanto a la responsabilidad que los asesores financieros tienen con los clientes, poner sobre la mesa las emociones del cliente supone ponerse en el mismo nivel para empatizar y crear una conexión con él. Según el presidente de EFPA España, el objetivo es tener la implicación suficiente para conectar con el cliente, pero la suficiente perspectiva para poder aconsejar sin habernos convertido en parte del problema.
Por último, respecto a la inteligencia artificial y la posibilidad de una futura sustitución de los asesores por parte de una máquina, Nazareth indicó que si está en nuestros servicios algo de estas características puede ser de mucha ayuda, pero si está en nuestro control puede ser muy peligroso. Además, concluyó apuntando que:
“hay que invertir en inteligencia artificial, pero sobre todo hay que invertir mucho más en inteligencia natural”.
¿Quieres saber cuáles fueron las conclusiones más relevantes de la mesa ‘Demografía y longevidad‘ en el marco de #EFPACongress20?
