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¿Está llegando el dinero digital?

Dinero digital

El febril aluvión de incesantes noticias y novedades en el campo del denominado dinero digital público – es decir el patrocinado por los estados y sus Bancos Centrales como respuesta o adaptación a la amenaza de un competidor descentralizado, desregulado y privado – está llevando a confusión al público en general y a los inversores en particular que se preguntan si ya está en circulación o si pronto lo estará y en qué formato, proporción y características.

Leyendo mucho e investigando aún más en diversas jurisdicciones y sobre los varios países que o bien ya lo han puesto en marcha (en versiones de prueba tipo Beta o en sus Sand boxes)o, incluso – a pequeña escala-, esto es lo que uno descubre.

Lo voy a intentar explicar, empezando por lo básico.

¿Qué esconde la circulación del dinero?

En general, la circulación del dinero es algo injusto (a partir del momento en que la humanidad rechazó la economía de subsistencia, y especialmente después de la abolición del patrón oro). Porque el emisor de papel o dinero electrónico es, por defecto, un tramposo con un par de ases bajo la manga.

De hecho, la circulación del dinero está diseñada para regular una sola operación: el crédito de mercancías. El sujeto A transfiere al sujeto B un producto por valor de 1 unidad. ¿A qué conduce esto? Al hecho de que el sujeto B le debe al sujeto A una unidad de valor. En el sistema monetario, hay una deuda positiva del sujeto A (él debe, en el lenguaje contable, un deudor) y una deuda negativa del sujeto B (debe – un acreedor).

El dinero está destinado a expresar esta actitud exclusivamente: simplemente no hay otro uso para él.

Tengan en cuenta que, en un sistema monetario justo, las deudas positivas son siempre iguales a las deudas negativas. Así es, porque la deuda es un concepto bidireccional, de lo contrario no existe.

Cuando se emite dinero en papel o electrónico no hay deuda negativa en el sistema y el estado se convierte en una suerte de tramposo aceptado por todos.

En los años treinta del siglo pasado, Estados Unidos, o más bien, sus beneficiarios, lograron empujar al dólar como moneda de liquidación internacional. Como resultado, Estados Unidos se convirtió en el principal tramposo del mundo, hasta que surgieron las monedas digitales pasadas por el filtro criptográfico. Algo completamente loco desde un punto de vista tecnológico y que no solo llevó a los informáticos herederos del ciber anarquismo monetario teórico a no reaccionar de forma lógica ante los argumentos lógicos más simples, sino a que millones de inversores ávidos de nuevas fuentes de rendimientos de dos dígitos invirtiesen sin ton ni son en ellos.

¿Está llegando el dinero digital?

Llegados a ese punto, preguntémonos: ¿qué representan las criptomonedas en términos de finanzas tradicionales?

Sobre el papel, nada sobresaliente: solo un sistema alternativo de circulación de dinero. En la práctica, una alternativa que difería de los sistemas monetarios habituales en dos “logros”: la notoria tecnología y el anonimato.

Por supuesto, la tecnología era un medio, no un fin. La tarea principal de introducir criptomonedas fue el anonimato, con el cosmopolitismo como un bonus, y el sacar del control y la circulación bancaria tradicional importantes sumas de capitales.

Y así se empezó a hablar de dinero digital.

Carlos de Fuenmayor es especialista en Finanzas y asociado y miembro de EFPA España. @cdefuenmayor

 ¿En qué se diferenciará teóricamente un sistema monetario “digital” de los anteriores?

1. El beneficiario del nuevo sistema será exclusivamente el Banco Central, o mejor dicho, los círculos financieros que lo respaldan. Esto sucederá debido al hecho de que el Banco Central tiene la intención de prescindir de la participación de los bancos comerciales pues son intermediarios ordinarios: cuantos menos de ellos queden, mejor. Y para los Bancos centrales sería deseable que no quedase ni uno solo. Si ustedes creen que sin bancos comerciales acontecerá el Apocalipsis, entonces recuerden la caída de la todopoderosa URSS.  

2. Una persona (privada o jurídica) podrá abrir solo una cuenta en moneda digital.

3. El dinero en estas cuentas será digital, se marcará de manera especial, con el fin de erradicar la corrupción.

¿Qué se está pues ofreciendo? Marcar cada euro/yuan/libra, whatever digital, registrando su propósito. Cada euro digital deberá identificarse: como se identifican los billetes, utilizando un código y un número de serie, pero sumándole un cierto control de propósito de ese capital. Lo que aumenta la inquietud versus la utilidad del sistema.

A nivel técnico y para la introducción global del dinero digital se requiere una red que cubra todo el territorio y todos los usuarios; que estos tengan elementos para acceder a la misma y la eliminación progresiva de sistemas alternativos de circulación monetaria. Cosa no fácil de aceptar por una población acostumbrada al dinero efectivo y real.

Según Carlos de Fuenmayor, durante algún tiempo, el dinero digital coexistirá con el efectivo y sin efectivo.

Por lo tanto, durante algún tiempo, el dinero digital coexistirá con el efectivo y sin efectivo. Un dinero digital que es la encarnación técnica moderna de un proyecto globalista, con dos consecuencias también inquietantes:

la división radical de la humanidad entre amos (emisores de dinero digital) y esclavos (personas subordinadas al sistema monetario);

– la gestión del sistema financiero, y a través de él, toda la sociedad, con la ayuda de algoritmos.

Los inicios de la gestión algorítmica están establecidos por las criptomonedas.

Si alguien no entiende cuál es la diferencia, déjenme explicársela. Si usted pierde dinero de su cuenta bancaria, puede ir al banco y al menos montar un escándalo. No es un hecho que le vayan a devolver el dinero ipso facto, pero en caso de un error, puede ser devuelto. Y cuando se usan criptomonedas, se excluyen los escándalos: la víctima literalmente no tiene a dónde ni a nadie a quien recurrir. Un sistema similar se implementará con las monedas digitales.

Cómo se sienta cada uno frente a tal sistema es un tema puramente personal sobre el que reflexionar, por poco tiempo, o esperar un par de años y comprobarlo en nuestras propia carnes.

@cdefuenmayor

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