Desde que Donald Trump proclamó el pasado 2 de abril el “Día de la Liberación Económica”, su administración ha intensificado una agenda proteccionista que no solo reconfigura las reglas del comercio internacional, sino que también acelera la fragmentación del orden económico global. Tres meses después, los efectos del seísmo se siguen notando: inversores, asesores financieros y mercados navegan un entorno marcado por la incertidumbre, las tensiones geopolíticas y una creciente desglobalización, dentro de un nuevo paradigma económico en gestación.
En esta nueva fase, Trump ha notificado formalmente a los gobiernos de Japón, Corea del Sur, Malasia, Serbia, Bangladesh, Indonesia, Tailandia, Camboya, Bosnia, Sudáfrica, Kazajistán, Laos, Myanmar y Túnez la imposición de nuevos aranceles escalonados. Las tarifas debían entrar en vigor el 9 de julio, pero una orden ejecutiva firmada el 7 de julio aplazó su aplicación al 1 de agosto, abriendo una ventana para renegociaciones bilaterales.
Además, el presidente estadounidense anunció un arancel adicional del 10% a cualquier país que respalde las “políticas antiestadounidenses” del bloque BRICS. Paralelamente, avanza un posible acuerdo con India que eximiría al país asiático de sanciones a cambio de reformas en sectores clave como la agricultura, la farmacéutica y los datos industriales.
La Unión Europea, aunque excluida de esta ronda, ha advertido del riesgo sistémico que implica este viraje. En un comunicado oficial, Bruselas alertó de que “el retorno a una política arancelaria unilateral y agresiva representa un riesgo para la estabilidad del comercio global”. La percepción de que se ha abierto un nuevo ciclo económico es compartida entre analistas e inversores: la guerra arancelaria ha marcado un antes y un después.
El cambio de paradigma, según los expertos
Sobre este nuevo panorama arancelario y geopolítico, en el número 20 de Asesores Financieros EFPA Rafael Rubio, director de la revista, habla con varios expertos. Carlos Pérez-Desoy, diplomático y embajador de España en Andorra, describe la estrategia de Trump como un “giro copernicano arancelario” que desafía la globalización, aunque recuerda que los flujos comerciales siguen siendo sólidos y que la participación de EE. UU. en el comercio mundial no es dominante. Para Santiago Carbó, catedrático y director financiero de Funcas, los riesgos geopolíticos son cada vez más determinantes para empresas y mercados, pero el sistema económico ha demostrado una resiliencia notable frente a crisis recientes como la pandemia o la guerra en Ucrania.
Desde una mirada más estructural, José M. de Areilza, director de Política Exterior, sostiene que nos encontramos ante una desglobalización marcada por el resurgir de la fuerza como herramienta política y el debilitamiento del derecho internacional. A su juicio, la historia y la geografía vuelven a sacudir el tablero global. Stefan Hofrichter, director de economía global de Allianz GI, coincide: la desglobalización —acelerada por las guerras comerciales— conducirá a un crecimiento más débil, una inflación más persistente y una mayor volatilidad macroeconómica a largo plazo.
Descubre el análisis completo en el Nº 20 de Asesores Financieros EFPA
Consulta el reportaje de Rafael Rubio y las opiniones clave de los expertos entrevistados sobre el giro arancelario de Trump, la fragmentación del comercio global y los nuevos desafíos para asesores financieros en un mundo multipolar que redefine las reglas del juego. ¿Cómo han reaccionado los asesores ante estos constantes giros de guion y el cambio de paradigma? Aquí tienes las claves.