La compañía iRobot, propietaria de la popular Roomba, que a partir de 2002 facilitó la limpieza de muchos hogares de todo el mundo, ha quebrado y pasado a manos de Picea, un conglomerado empresarial chino que era su principal proveedor y fabricante.
La empresa fue fundada en 1990 por tres ingenieros del laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT y lanzó al mercado su popular Roomba en 2002. Dos años después había vendido seis millones de unidades. Sin embargo, muy pronto aparecieron competidores que, en algunos casos (agosto de 2005), como el de la empresa canadiense Koolatron Corporation, infringían la patente estadounidense.
En noviembre de 2005, iRobot comenzó a cotizar en el NASDAQ y ahora sus accionistas, fondos de inversión e inversores individuales deberán asumir las consecuencias de la quiebra. La compañía no ha podido hacer frente a su ingente deuda ni a su incapacidad para competir con una amplia oferta de productos similares a precios más bajos. El intento de Amazon por comprarla hace unos años no pudo seguir adelante por problemas de competencia en Europa.
La alternativa ante su bancarrota ha sido pasar la propiedad total a Picea Robotics, que era su principal proveedor como fabricante de sus productos, de la misma forma que lo hace con otras compañías de todo el mundo especializadas en aspiradores robóticos. Esta empresa tiene instalaciones en China y Vietnam, y los nuevos aranceles impuestos por Donald Trump complicaban sus importaciones desde Estados Unidos.
Picea ha comprado ya buena parte de la deuda de iRobot, lo que le permite controlar su situación financiera. iRobot acaba de presentar una solicitud de bancarrota por la que Picea adquirirá el 100% de la compañía y dejará de cotizar en bolsa.
¿Qué pasa con los Roomba y sus repuestos?
Es la pregunta que se hacen muchos compradores de tan exitosos productos, aunque un poco caros en los últimos tiempos a la vista de la oferta existente. Dado que el nuevo propietario es su fabricante, no debería pasar nada. Se mantendrán las garantías y los repuestos, aunque los modelos más antiguos tendrán más dificultades de actualización. Es previsible que, a partir de ahora, la marca ofrezca productos con mejor relación calidad-precio y una producción más estable.
Hay un tema que preocupa a algunos usuarios: la privacidad y el uso de los datos, aunque iRobot manejaba datos de mapas del hogar antes del reciente cambio. Por otro lado, Europa mantendrá su normativa de protección de datos y solo será recomendable revisar, de vez en cuando, la política de privacidad de la aplicación.
En cualquier caso, la operación se produce en un momento en el que se está criticando la decisión de Donald Trump de vender a China algunos de los mejores procesadores de NVIDIA y cuando parece que China no muestra ahora mucho interés en adquirirlos. Parece que su apuesta es realizar fuertes inversiones a lo largo de los próximos años, como ya hiciera con los coches eléctricos, para llegar a fabricar y colocarse en la vanguardia de la tecnología y producción de procesadores.