El 30 de noviembre celebramos el Día del Influencer, efeméride dedicada a quienes con sus contenidos digitales inspiran y dan a conocer todo tipo de información relacionada con marcas, productos, experiencias, etc. Las finanzas no son ajenas a sus encantos pero conviene estar atentos. No es oro todo lo que reluce, más cuando hablamos de ellos: los fininfluencers.
Influencer, qué y por qué
Un “influencer” es una persona que, debido a su presencia y popularidad en las redes sociales, tiene la capacidad de influir en las opiniones, comportamientos y decisiones de su audiencia. Esta capacidad se basa en su fuerza para hacerlo. Es decir, el volumen de seguidores que acumulan. Esa es la diferencia: influyen porque son seguidos por miles, cientos o millones de personas. Los hay de todo tipo: moda, belleza, viajes, fitness, tecnología, etc., y utilizan sus plataformas para compartir contenido que atraiga a sus seguidores y conecte con sus intereses.
Como su capacidad de influir, las áreas en las que estos profesionales desarrollan su contenido no tienen límites. En el ámbito financiero, hablamos de los “fininfluencers” para referirnos a aquellas personas que proporcionan información, más o menos contrastada, sobre inversiones y finanzas personales. E insistimos en el concepto, “más o menos”. En este sentido, la formación en educación financiera es clave para poder evaluar sus recomendaciones de inversión y distinguir entre un influencer con contenido contrastado, veraz y fiable, de uno que solo comparte contenido para que lo sigan, por muy auténtico que este se perciba.
Informar, no asegurar
Por el volumen de seguidores lo hay de todo tipo: nano, micro, mid, macro y mega. Como influencers, es decir, personas con capacidad de influir en la toma de decisiones, los fininfluencers tienen el poder de impactar en las decisiones financieras de sus seguidores. Es cierto que, por su capacidad para comunicar conceptos complejos de manera accesible, impulsan el acceso a información financiera entre personas que, de otra manera, hubieran permanecido ajenas a según qué conceptos. Especialmente entre quienes más uso hacen de las redes sociales y plataformas: los jóvenes. Pero, al mismo tiempo, su existencia extrema la necesidad de ser precavidos, especialmente si brindan consejos “a la ligera”.
¿Cómo distinguir al profesional riguroso que utiliza las plataformas digitales del charlatán o vendehúmos? Un fininfluencer bien formado en finanzas puede ofrecer una perspectiva sólida y fundamentada pero evitará conceptos como “te garantizo’ o “te aseguro”. Conviene alejarse de quien se gana la vida dando consejos sin tener en cuenta que la situación financiera de cada persona es única y, en consecuencia, las estrategias que funcionan para una persona pueden no ser adecuadas para otra. Seguir consejos genéricos de fininfluencers sin considerar las circunstancias personales y metas financieras puede llevar a decisiones inadecuadas.
De qué hablan los fininfluencers
Hay tantos tipos de fininfluencers como temas abarcan las finanzas. En primer lugar, destacamos aquellos que ponen el foco enla educación financiera, proporcionando información sobre conceptos como ahorro, inversión, presupuesto, etc. También los hay que comparten noticias sobre inversiones en acciones, bonos, inmobiliario y otros instrumentos financieros. Son profesionales que analizan el mercado, comparten estrategias de inversión y abordan noticias económicas relevantes.
Por supuesto, no faltan los consejos sobre cómo ahorrar dinero, establecer metas financieras o crear presupuestos efectivos. La idea es ayudar a quien sigue estos consejos a reducir gastos y mejorar la gestión de sus deudas. Entre los temas estrellas, e impulsado por una más que creciente popularidad, destaca el auge de los influencers que hablan sobre criptomonedas, analizan este mercado y repasan las novedades y últimas tendencias en criptoactivos.
Fininfluencers: por su (real) formación lo distinguiréis
Si seguimos a algún fininfluencer, es importante que seamos conscientes de que, si bien estos creadores de contenido pueden ofrecer conocimientos valiosos, la información financiera puede ser compleja y variar según las circunstancias individuales, por lo que la prudencia es fundamental.
De ahí la necesidad de, a la hora de tomar decisiones, contar siempre con el apoyo de profesionales debidamente cualificados y certificados en el ejercicio del asesoramiento financiero con una formación que no solo implica entender los mercados, sino también las complejidades de las estrategias de inversión y las implicaciones fiscales, la tolerancia al riesgo del cliente al que acude, etc. Por eso, a la hora de seguir, no solo hay que mirar el volumen de seguidores, sino poner lupa en su formación académica, trayectoria laboral contrastada, instituciones o entidades con las que colabora, trabajos e informes en los que ha participado, entre otros.